martes, mayo 30, 2006

Venezuela ida y vuelta

Mi esposa estuvo en Venezuela hace poco. Su ida se debió al fallecimiento de su padre el 10/05, permaneciendo unos 14 días en nuestro amado terruño. Esas casi dos semanas no sólo las dedicó a llorar a su padre y encontrar a su familia, también le permitió hacer unas cuantas observaciones que transcribo a continuación.

  • Chávez por doquier. Un día, a mi esposa le tocó ir a pagar la electricidad a Elecentro (es de Maracay). Entrando al sitio, le impacta una pared del local totalmente pintada de roja, con un afiche tamaño king-size del comandante, y una gran cantidad de sillas rojas completando la decoración de la sala de espera. Después de eso cae que la esfigie del comandante se encuentra publicitada por doquier, ¡y en grande!.


  • ¡No seas escuálida!. Otro día, estando en Caracas en casa de una prima, mi esposa y mi suegra van de Parque del Este a Capitolio vía Metro. Salen temprano, sin mayores contratiempos. Al mediodía cuando regresan, el vagón donde van no tiene aire acondicionado, y comienzan a cocinarse. Mi esposa sugiere de bajarse y esperar otro tren, creyendo que era solamente ese vagón. Error. El otro tren tampoco tenía aire. Mi suegra le dice que no se moleste, que eso debe ser que los trabajadores están protestando (mirada asesina de mi esposa a mi suegra). Una vez bajadas en Parque del Este, mi esposa hecha una furia va al punto de información a rclamar. Mi suegra le dice que se quede quieta, que la van a llamar escuálida y que no le van a parar bola. Mi esposa la ignora, llega al sitio y pide la planilla de reclamos. Obviamente no hay tal planilla. Pide la dirección web y un e-mail. Se lo dan mal. Mi suegra le dice que se calme, que van a insultarla llamándola conrarevolucinaria y demás. Mi esposa se arrecha más.

    Llegan a casa de su prima, se conectan a internet, no existe la dirección web que le dieron. Busca en Google. Escribe el reclamo. Envía el e-mail. Le rebotan el e-mail porque la dirección que aparecía no funcionaba. Otra mentada de madre.


  • Paranoia club. Primera advertencia que le hacen a mi esposa al llegar: "¡quítate el anillo de matrimonio que te lo pueden robar!". Mi esposa lo hace porque es lógico, dado que es de oro. Segunda advertencia: "¡quítate el reloj que te lo pueden robar!". Ante la cara de sorpresa de mi esposa (el reloj no es gran cosa), le dicen que por menos de eso la pueden matar así que tiene que quitarse el reloj. Tercera advertencia: "¡No hables con el celular por la calle, porque te lo pueden robar!". Protesta de mi esposa (su celular es el modelo más barato en el mercado italiano). Mi suegra le dice que ha visto a más de uno que le han quitado el celular de la mano por hablar en la calle y no en un lugar seguro.


  • ¡Maracay y Caracas son como Milán!. Caras. Mi esposa observó los precios de las cosas y están dolarizados. Incluso los restaurantes. Entendió por qué unos amigos que nos visitaron recientemente vieron los sitios donde los llevamos como baratos. De hecho, acá los restaurantes son más baratos que en Caracas (y no, no hablo de nada de lujo)


  • ¡Qué lindo está el centro!. A mi esposa le pareció que al centro de Caracas le están metiendo una buena mano. Vió distintos sitios siendo remodelados y acomodados. Lástima que con tantos buhoneros y con una criminalidad tan alta no puede ser disfrutado a plenitud.


  • ¡Qué ladillas las noticias!. Los noticieros le parecieron poco críticos, además de dedicarle más tiempo a las noticias internacionales que a las nacionales. Además que la Ley de Contenidos a hecho las novelas más sosas de lo que ya son.


  • ¡Ahí vienen los gringos!. Vió en directo los preparativos para la guerra asimétrica en Paraguaná. Se asustó, pensando no que los gringos nos invaden, sino que teme que elementos del pueden estar armando bandas paramilitares (el miedo es libre).


Mi esposa regresó un poco impresionada de como está Venezuela, comparándolo como cuando la dejamos la última vez (el año pasado). Le parece que la cosa no está tan buena como dicen los voceros del gobierno. Del resto, el funeral y los novenarios se desarrollaron como esperados. Mi familia política resintió bastante la pérdida de mi suegro a pesar de que su salud, en general no era muy buena dado que sufría de insuficiencia cardíaca y obesidad, sin contar la tensión. Paz a sus restos.


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2 comentarios:

  1. Pana, muy cierto; unas observaciones.
    Chavéz por doquier: Venezuela se vistió de rojo literalmente.
    ¡No seas escuálida!: Ese ha sido el mayor logro de Chavez, lograr hacer ver a quien critique o haga voz contraria al lider, como contrarevolucionario.
    Paranoia club: De verdad no exageró, a una amiga la han asaltado 3 veces a mano armada para robarle su cel.
    Solamente paso un par de dias en Vzla y logro llevarse una vision panoramica del ambiente.

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  2. pues yo que he estado en Caracas y Maracaibo tengo la impresión que en esascuidades la gente es muy paranoica, no digo que no corras el riesgo de que te atraquen, pero no es para tanto.

    en todo lo demás tu esposa tiene razón.

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