Como he dicho en algunos de mis posts, me considero a mí mismo un otaku, es decir, un fanático de las historietas y dibujos animados japoneses. Aunqe a decir verdad, soy un fanático del género comic en general, sin distingo de géneros o de estilos, no importan si son eróticos, románticos, de batallas, históricos, cómicos, si me gustan, los compro. Demás está decir que cuando se proviene de un país como Venezuela, en donde no se editan comics de ningún tipo (salvo un fallido tentativo por parte de El Nacional), y se depende de las importaciones tanto de México como de España. El problema es que por ser el venezolano un mercado pequeño en todo sentido, coleccionar comics en Venezuela es una tarea ardua y cara. Para empezar, las sitios donde se consiguen comics son poco fiables: buhoneros, algunos kioskos y librerías, y unas pocas tiendas especializadas (como las del Sambil y el San Ignacio); lo cual hace que el querer tener todos los números de una revista una tarea titánica, y que en mi caso personal se traduce en tener una gran cantidad de historias incompletas o que he completado a lo largo de los años. Y eso no es lo único, a la dificultad de conseguir las revistas, y que estas presenten cierta continuidad, se agrega el precio, los cuales no son nada baratos. Es decir ser un coleccionista de comics en Venezuela es una tarea que implica paciencia, suerte y mucho dinero... En Italia esto no es así.
Lo primero que a uno lo sorprende al querer comprar un comic acá es la dificultad de conseguir cualquier cosa en inglés (soy fanático de Batman, el Hombre Araña y Spawn), y la facilidad de conseguirlo en italiano, no sólo en la edición convencional, sino que hay recopilaciones y ediciones económicas. Y cuando llegamos al segmento manga, mira, como se dice en italiano: solo hai l'imbarazzo della scelta. Es decir, sólo tienes que decidir cual quieres. Y cuando casi que la única fuente de anime que has tenido ha sido la televisión venezolana, te quedas frío.
Con cuatro editoriales dedicadas a la publicación de manga, un mercado de varios millones de personas quienes no compran sólo un fumetto (término italiano), sino de al menos cuatro o cinco, y precios promedio entre €2 y €5 (un café cuesta €0.85, para tener una idea de la proporción y del dolor en el bolsillo), tienes garantizada practicamente toda la continuidad de tu serie favorita. Es tan grande el fanatismo por el manga en esta tierra, que por ejemplo tomemos uno de mis mangas favoritos llamado Berserk: la única edición mas avanzada que la italiana, es la japonesa. Ni contar el número de reimpresiones que ha tenido (¡y tienen!) series claves como Dragon Ball o Gundam, o la variedad de formato, como la ya citada Berserk que tiene el formato normal, el grande y el maximum (a €2, €4.5 y €7.5, respectivamente).
Ser un otaku en estas tierras es excesivamente fácil, sin contar con que el coleccionar unos pocos albumes (mi esposa y yo coleccionamos cuatro, sin contar alguno que otro extra) (mi esposa también es un otaku ^_^) no significa destruir tu presupuesto o tu bolsillo, pero implica ocupar en exceso el poco espacio que tienes a disposición (un cuarto en una residencia estudiantil no es que sea muy grande).
Para concluir, se debe decir que no sólo la continuidad y los precios asequibles están garantizados, sino que además la red de distribución es tan eficiente que encuentras los fumetti en todos los sitios donde se venda material de lectura: kioskos, librerías, tiendas especialiazadas y demás!.
Bueno, ahora mi esposa y yo sólo nos queda esperar que publiquen los próximos números de Naruto, Maximum Berserk, Gundam y los Caballeros del Zodiaco: Episodio G. Y si hay algún otaku venezolano leyendo esto, espero que se muera de la envidia ^_^.
K-2