miércoles, noviembre 03, 2004

En el fin de semana.

El domingo pasado mi esposa y yo decidimos darnos un paseillo a Lugano, ciudad suiza cercana a la frontera con Italia. Esta ciudad de 25000 habitantes es el tercer centro financiero de Suiza, después de Zurich y Ginebra, esto se debe a que mueven las finanzas del norte de Italia, en especial de Lombardía. La ciudad es muy pequeña y a decir verdad, no tiene muchos atractivos turísticos: el centro histórico tiene edificios más o menos recientes (finales del siglo XIX, comienzos del XX), sólo cuatro iglesias antiguas y algunos museos menores. Los mayores atractivos de la ciudad son: el paisaje, está bordeando un lago; y el casino. La primera impresión que uno se lleva al llegar ahí es el orden y la limpieza que reinan en todo el lugar. He estado en Inglaterra, Francia, España y, por supuesto, Italia y en ambos sitios la limpieza y el orden no son tan grandes como ahí. De hecho, franceses e italianos coinciden en decir que los suizos son ordenados hasta la naúsea. Otra impresión que uno se lleva al caminar por la ciudad son unos afiches que dicen: "En Suiza también hay pobres", es decir, el estado de bienestar es tan grande que la gente olvida que incluso en sus fronteras hay pobreza, ¿qué tal?. Cuando has estado ya un tiempo ahí, notas que hablas como si estuvieras en una iglesia: bajito y sin hacer mucho ruido. Llegó un momento en lo que realmente me provocaba era gritar porque el silencio y la tranquilidad eran enfermantes. Mi esposa y yo suponemos que eso se debió a que era domingo y en la mañana (todo estaba muerto a excepción de unos restaurantes). Algo de verdad debe haber porque en la tarde cuando nos regresábamos, ya había mucha más gente en la calle. Y más restaurantes habrían.



Otra impresión de la cantidad de plata que hay en esa ciudad en particular te la da el pasear por el centro de la ciudad: todas las tiendas son de marcas famosas, como Armani, Gucci, Rolex, etc. Nada barato, nada que puedas decir para pelabolas. Todo por encima de los € 100. Coño, a mi nadie me va a decir que eso es para los turistas, cuando la mayoría de los turistas que van a Lugano vienen de Italia, donde consigues las mismas marcas. Lo cual te lleva a deducir, que realmente la gente tiene plata porque esas tiendas sobreviven en una ciudad de sólo 20 mil habitantes, que con los pueblos aledaños dudo que lleguen a los 100 mil habitantes. Las mismas tiendas las consigues en el centro de Milán pero hay que tomar en cuenta que Milán es la capital financiera de Italia y tiene 1,5 millones de personas. Una pelusa, ¿no?.



Otro detalle importante es que al haber varias poblaciones alrededor del lago, y que ese es uno de los atractivos de la región, las aguas de todas estas poblaciones sontratadas antes de verterlas en el lago. ¿Cómo lo sé?, las plantas de tratamiento son visibles a lo largo del trayecto en tren.



Conocer Suiza te hace sentir que realmente vienes del 3er mundo, porque vez la limpieza, el orden, el bienestar general y te das cuenta que nunca hemos dado los pasos en la dirección justa o cuando los hemos dado, la ruta ha sido cambiada. Simplemente deprimente. Mientras sigamos dependiendo de los precios del petróleo y no produzcamos con cierto carácter tecnológico, nunca dejaremos de ser 3er mundo, mientras no tengamos reglas claras en el pais e instituciones confiables, no creo que lo logremos...



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