martes, abril 11, 2006

Elecciones en Italia.

Como comenté anteriormente, y como habrán podido leer en los diarios, las elecciones italianas han culminado con una victoria de la coalición de centroizquierda liderizada por Romano Prodi, llamada "El Olivo" o "La Unión", mientras que la "Casa de la Libertad" de Berlusconi quedó en segundo puesto. Observemos más detenidamente los numeritos (tomados del Corriere della Sera): para la Cámara de Diputados, la Unión obtuvo un 49.8% de los votos, mientras que la Casa de la Libertad obtuvo un 49.73%; el resultado fue ligeramente diverso para el Senado, con un 48.95% para el Centroizquierda y un 50.2% para el Centroderecha. Como una imagen vale más que mil palabras, he aquí los resultados representados gráficamente, junto con la composición anterior de las cámaras.




Al observar estas imágenes lo primero que salta a la vista es la disparidad entre los porcentajes obtenidos y el número de parlamentarios que corresponde a cada coalición. Esto es el resultado de una serie de reformas a la Ley Electoral hechas por el actual gobierno que tenían como objetivo facilitar su permanencia en el poder. Entre estas reformas está el "premio alla maggioranza" (premio a la mayoría), que es un instrumento que le permite a aquella coalición que obtenga la mayoría una cantidad de parlamentarios (340) que le permitan gobernar con tranquilidad. Esto se debe a que siendo Italia una república parlamentaria, quien controla la Cámara de Diputados, controla el gobierno, y en caso de que una coalición no llegue tener la mayoría de los parlamentarios, ésta debe negociar con los otros partidos para así lograrla. Este premio se origina en la traidición italiana de romper las coaliciones: desde Segunda Guerra Mundial ningún gobierno, con la excepción de éste, ha podido terminar el período para el cual fue electo porque siempre había algún partido insatisfecho que rompía la coalición y se debía rehacer el gobierno. Además de así evitarse tener que hacer buenas migas con algún partidillo de oposición para garantizar la gobernabilidad. Como se puede ver estas reformas fueron cuchillo para la garganta de los propios reformadores, quienes ahora ven disminuidos la cantidad de asientos en el Parlamento que les tocarían de haber dejado las cosas como estaban. Cachicamo trabaja pa' lapa.

En el caso de la Cámara de Senadores, la cuestión es un pelo distinta, porque el "premio a la mayoría" es de carácter regional: la coalición ganadora en la región le corresponde el 55% de los senadores de ésta, mientras el 45% restante le corresponde a la coalición perdedora. Viendo los resultados, se puede deducir que la izquierda ganó en regiones densamente pobladas, lo que le permitió adjudicarse más senadores que la derecha, a pesar que ésta obtuvo una minoría de votos.

El voto joven.
A partir de los porcentajes, puedo deducir que la mayoría de la gente joven votó por la izquierda, ya que el para la Cámara de Diputados solamente votan los ciudadanos italianos mayores de 18 años, mientras que para la de Senadores aquellos mayores de 25. Pero la diferencia entre ambos es aun muy pequeña.

(e)Lecciones.
Ahora bien, estas elecciones fueron hechas en dos días, se probó un nuevo sistema de conteo de votos computarizado, con auditoría "en caliente", en el que se establecía que de haber discrepancia entre los datos electrónicos y los manuales, estos últimos debían ser tomados como verdaderos. Por supuesto, se dijo que esta medida (el conteo electrónico) servía para contrarrestar las marramucias de la izquierda. Pregunta: ¿cómo puede la izquierda hacer marramucias si quienes controlan el sistema electoral es el gobierno de derecha? (en Italia, el equivalente del CNE es una dependencia del Ministerio del Interior).

A pesar de que el sistema de conteo es mayormente manual, y que la elección fue hecha en dos días, y para hoy en la mañana se han contabilizado casi todos los votos. No más comentarios en la materia.

Consecuencias.
Klaus en el post anterior me preguntaba como veía la cosa si ganaba la izquierda. Bueno, lo primero que puedo decir es que quien votó izquierda lo hacía más como un voto castigo a Berlusconi que como una verdadera simpatía por las ideas socialistas. Muchos de mis compañeros de trabajo votaron por el Olivo, pero no parecían muy convencidos de las bondades de Prodi. Incluso algunos llegaron a decir que un gobierno de izquierda no podía ser peor que éste. Yo les respondí, recordando que algunos decían eso en el '98, que siempre se puede estar peor, SIEMPRE, y recurro a un ejemplo de mi hermano: si crees por que estás cubierto de mierda estás mal, puede venir alguien y enterrarte totalmente en la mierda; si crees que ya no puedes estar peor, alguien te puede sacar en la mierda y volverte a meter en ésta repetidas veces como forma de tortura. Y así hasta donde te dé la imaginación. Peor siempre se puede estar, lo jodido es estar mejor. Pero divago. En mi opinión, la victoria de la izquierda trae como consecuencia que se van a detener muchas de las tímidas reformas hechas por este gobierno para tratar de liberar un poco la economía italiana. Un ejemplo de estas tímidas reformas es la tan cacareada disminución de los impuestos a las rentas: efectivamente este gobierno disminuyó los impuestos pero de una forma TAN mínima y TAN miserable, que el trabajador promedio no sintió el cambio a fin de mes. Incluso, me atrevo a decir que este gobierno aprobará nuevos impuestos, aunque digan que sólo atacaran a aquellos con mucho dinero (a los ricos como Berlusca), siempre es uno, el pendejo, quien pagará los impuestos por no tener una firma de contadores a disposición como los ricos.

Por otra parte, dudo que un gobierno de izquierda pueda verdaderamente disminuir el tamaño de la monstruosa burocracia italiana o reducir el déficit fiscal del país. En cuanto a la competitividad, leyendo el programa de Prodi uno lee todo bonito y lindo, hablando de un mayor desarrollo tecnológico y todo eso. Eso será palabra muerta si no existe una mayor relación entre empresa e investigación: o las empresas italianas empiezan a hacer investigación, sea por sí mismas o colaborando con las universidades, o se jodieron. Porque el gran problema de la carencia de innovación técnica en la industria italiana tiene diversos orígenes, como la desconfianza, o incluso tirria, que sienten algunos patronos por la universidad (muchos son ex-estudiantes que no pudieron seguir sus estudios); la miríada de empresas medianas y pequeñas que existen (en Italia son muy pocas las grandes empresas privadas) y que no pueden permitirse tener un laboratorio dedicado a la investigación e innovación de sus productos, y otras tantas cosas más. En otras palabras, creo que el programa de la Unión quedará como letra muerta.

El último factor que quisiera nombrar es que veo muy difícil que Prodi como Primer Ministro pueda gobernar con cierto grado de tranquilidad. Y con esto me refiero a que la coalición ganadora, el Olivo, está constituida por nueve partidos de izquierda bastante heterogéneos, quienes están dispuestos a cobrarle su apoyo a Prodi. Definitivamente, el nuevo Premier deberá hacer gala de unas grandes dotes de negociador.

El panorama no luce muy alentador, pero de haber ganado Berlusconi, tampoco luciría así. Ha ganado el menos malo, ¿o habrá sido el peor?, sólo el tiempo lo dirá.

PD: Larry, averigué lo de los radicales, y efectivamente el Partido Radical Italiano es de ideología anarco-socialista. De hecho en su página web pedían a la gente que votaran por "La Rosa nel Pugno", un partido de ideas socialistas.

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1 comentario:

  1. K-2, gracias por la reseña de las elecciones italianas y tu opini´´on sobre el panorama.

    Me confieso ignorante sobre los Radicales italianos. Por el apoyo que les daban (dan) en la pagina de Juventudes Liberales nunca los vi como socialistas; a no ser que sea una "alianza estrategica" contra natura que suelen hacer.

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