Milan: tic tac tic tac

"Ojo por ojo y todos terminaremos ciegos"

Ghandi.

Como ya todos sabrán ayer en Londres explotaron una serie de bombas provocando daños materiales y varias víctimas. Es triste ver como los extremistas hacen sentir su voz matando gente inocente, aniquilando a personas que hasta cierto punto son como ellos, gente que probablemente pensaba que iba a llegar tarde al trabajo, que tenía muchas cosas por hacer, con quien se reunirían en el día y un montón de cosas más, y alguien en el nombre de Dios decidió que para hacer notar su opinión tenía que matar a toda esa gente inocente...


Lo peor es que eso mismo se puede decir de estos extremistas, quienes sienten que han sido víctimas de los ataques arbitrarios de los pueblos a quienes ellos han atacado. Y al final esto conlleva a una espiral de terror donde la víctima se convierte en victimario y viceversa: nuevos ataques ocurrirán en las tierras del Islam como represalia a éste, y nuevos ataques ocurrirán en las tierras de los francos¹, como represalia a éstos, y así hasta que alguien decida acabar con esta locura.


Es triste ver que a pesar de todos los preparativos tomados por las autoridades británicas, esto ocurrió. Recuerdo que cuando estuvimos ahí que en el Aeropuerto de Manchester (mi esposa trabajó allí part-time como mesera) no tenían papeleras porque temían que alguien camuflara una bomba como si fuese basura, o que en el terminal de autobuses de la misma ciudad habían suspendido el servicio de casilleros por el mismo temor. En Londres, sobre todo en el Metro (the Tube como lo llaman los londinenses), se observavan carteles diciéndole a la gente que en caso de ver paquetes sospechosos o gente con actitudes extrañas, que por favor llamaran a las autoridades de inmediato, tal como me sugirió Caribe en su comentario en mi post anterior (Caribe don't worry, la paranoia es algo natural para nosotros los caraqueños). De hecho, recuerdo que la última vez que estuve ahí (septiembre del 2004) evacuaron varias estaciones del metro sin dar explicación alguna, de hecho, ni salió en los periódicos. Parafraseando a un oficial de inteligencia británico: buscaban una aguja en un pajar, y ésta se les escapó.


Pero, pasando a esta parte del mundo, la gente está empezando a preguntarse en voz cada vez más alta y con más frecuencia "¿Cuándo nos tocará a nosotros?". Ayer diversos personeros del gobierno decían que Italia había tomado las medidas necesarias desde el 2001, y que después de los diversos ataque habían sido reforzadas, que la ciudadanía podía estar tranquila... Creo que nadie se creyó eso porque ayer tomamos el metro a eso de las 7:30 PM y estaba vacío, pelado, había una gran cantidad de puestos libres, mientras que en los autobuses y tranvías estaban abarrotados de gente. Panas, el miedo es libre. Lo peor es que las autoridades del ATM (la agencia de trasporte público milanés) decían que todo estaba normal, ¿normal?, muchos ya empezaron a evitar el metro, y sólo aquellos que no tienen otra opción siguen usándolo. Gente que se persigna antes de entrar a las estaciones. Panas, esto es cualquier cosa menos normal.


Para concluir, me queda decir que no sólo han hecho estallar Londres, sino que también hicieron estallar el diálogo entre el Islam y el Cristianismo, que le han dado el material que los racistas, como la Lega del Nord, necesitaban para reforzar sus puntos contra la inmigración, y que traerá aun más desaveniencias entre ambos pueblos.


K-2.


¹El término franco es usado en los paises musulmanes, en especial aquellos del Medio Oriente para designar a los occidentales, en especial a los europeos (tomado del libro "Las Cruzadas vistas por los Árabes" de Amin Malouf)