Bueno, estoy de vuelta en tierras italianas, al dominio de Berlusconi, la pasta y el fútbol. El viaje de retorno no tuvo novedades, debido a que me dormí justo después de que sirvieron la cena, no como en mi viaje anterior. Lo único que vale la pena resaltar es que el día de mi regreso (22/03/2005), Maiquetía estaba que no cabía un alma: llegando con 3 horas y media de antelación y había un gentío en el "Check In" de todas las aerolíneas, una barbaridad (¡y estamos en crisis!). Una vez en Italia, sólo me quedaba pasar un susto: afrontar las aduanas italianas sin que me decomisaran lo que traía. ¿Que qué traía?, bueno, estaba contrabandeando: 2 cajas de bocadillos de guayaba, 1 de bocadillos de plátano, 1 mermelada de guayaba, y 1 de parchita, 1 paquete de casabe, 3 paquetes de kilo y medio de harina para cachapas, 1 paquete de harina para arepitas de anís, 1 pote de cascos de guayaba, 2 potes de Cheez Whiz (no, no se consigue por acá) y unas 16 latas de Diablitos (sí, soy diablito-adicto). Pasado el susto de la aduana, me encontré con mi amada y retornamos a nuestra humilde morada en la residencia estudiantil.
Una vez llegados a nuestra habitación, mi amada me dijo que nuestra vecina se había mudado. Viendo mi profundo estado de algarabía, rápidamente me dijo que la mudanza era a la habitación del frente, porque quería gastar menos, borrando todo tipo de felicidad de mi rostro. Entre las cosas que me dijo es que los cerdos que viven en nuestro piso estaban dejando la cocina más limpia ya que las señoras de limpieza hicieron una redada en la cocina: les botaron los corotos a más de uno, a pesar de las advertencias que previamente dadas. ¡Al menos!, es decir, ya nuestra cocina pasó de chiquero a sucia (¡oye, que es un gran avance!).
De retorno al trabajo, mi jefe se mostró extremadamente alegre de mi retorno, tal alegría no se debía a que me extrañase mucho (a veces trabajo menos que RoRRo) sino que había, y hay, un trabajón que estaba esperando a mi llegada. Puesto en autos, como dicen los abogados, me dio una frusta para que me latiguera a mí mismo y a nuestros tesistas para que rindiéramos más. Lo peor es que esa necesidad de hacernos trabajar más se debía a que esta semana está en Houston, asistiendo al Congreso Corrosion 2005 de la NACE, y le tocó a este negrito hacer las veces de sustituto. Lo peor es que en estos momentos estamos haciendo una investigación conjunta con una empresa italiana (obviamente, ¿no?) encargada de hacer aditivos para concreto, y esta semana tocaba, mejor dicho, toca: a) hacer dos vaciados de cemento para pruebas de ponding, compresión, resistividad eléctrica y carbonatación. De pinga. Esta ha sido una de las razones por las que no he actualizado el blog (sí, ya sé que se mueren por leer las pendejadas que escribo,... dos veces).
Por último, mi amada y yo estamos botando piedra porque no nos han pagado aun las becas, y nos han estado pidiendo una serie de requerimientos pendejos para que nos paguen. Esperemos que a fin de mes nos paguen lo que nos deben (unos € 8000, que no son pendejá').
Bueno, a recomenzar... ¡QUE LADILLA!.
K-2, trabajando como negro para vivir como blanco...
Experiencias, pensamientos, y demás cosas que le pueden pasar a un venezolano dentro y fuera de su tierra.
miércoles, abril 06, 2005
Tornato
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Sigue escribiendo!, A mi me parece que lo que escribes es muy interesante!, saludos!
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