jueves, mayo 03, 2007

Enfermo y Hospitalizado.

Así es, este fin de semana estuve hospitalizado por problemas relacionados con asma alérgica y rinitis aguda. Este episodio fue la culminación de tres semanas de constantes estornudos, de levantarme a las 4:00 AM para tomar un antialérgico y así poder respirar, muchas veces acompañado con un bronco dilatador. ¿La razón de esto?, una primavera particularmente seca que ha provocado una cantidad inusual de polen en el aire. La cantidad de polen en el aire ha sido tan grande que el Lago de Como estuvo cubierto de una fina película de polen en buena arte de su extensión (146 km2, un poco menos de la mitad del Lago de Valencia) durante este fin de semana. Como es de esperarse, aquellos que hemos sufrido de alergia y asma en pasado, hemos sido gravemente afectados (incremento en un 40% de los casos relacionados con alergia al polen).

El detalle es que el sábado en la madrugada fue la gota que colmó el metafórico vaso: habiendo cambiado de antialérgico (el que usaba anteriormente sugería cambiarlo después de 3 semanas), y usado el bronco dilatador, no podía respirar. En ese punto, mi mujer y yo decidimos ir a la Emergencia del Ospedale Maggiore (Hospital Principal) de Milán. Afortunadamente dicho hospital está a pocas cuadras de nuestra casa y pudimos ir caminando. Una vez en el hospital, me hicieron una serie de exámenes y basados en sus resultados, los médicos decidieron hospitalizarme. Llegué como a las 4:00 AM y al mediodía estaba en una habitación en la sección de neumonología del mencionado hospital.

Luego de lidiar con los diversos médicos de guardia, quienes al parecer tenían orden de no informarme sobre que tenía, que insistieron en hacerme diversos exámenes, tanto de sangre como de orina, el lunes me visitó el especialista diciéndome que estaban esperando los resultados de una radiografía para ver si me dejaban ir ese día en la tarde. Cosa que efectivamente ocurrió.

Toda esta historia me sirve para introducir un tema que ha estado en el tapete recientemente y es el de la nacionalización estatización de las clínicas privadas por parte de nuestro amado gobierno porque son muy caras y este es un gobierno que también protege a los ricos y a la clase media. Semejante declaración es una prueba más del tipo de cosas que le gusta hacer a este gobierno: gestos vacíos. El punto que se niega a ver el líder máximo es que si los hospitales funcionaran bien, a las clínicas privadas iría sólo una minoría de la población (menos de la que va hoy en día). Y para esto uso mi experiencia como ejemplo.

Durante mi estadía de dos días en el hospital noté una serie de cosas sobre el sistema de salud pública italiano:
  1. Es usado por todos. La calidad del servicio prestado es lo suficientemente alta como para que todos los ciudadanos lo usen, independientemente de las clases sociales. Como ejemplo un botón: conmigo compartía el cuarto un empresario dueño de una fábrica de productos de cobre, y conocí a otro señor que era mecánico, y he aquí un extracomunitario que hace estudios de doctorado. Otro ejemplo: Berlusconi hace un par de meses le dio un yeyo durante un discurso, y fue llevado de urgencia a este hospital donde fue tratado. Cierto, luego se fue al extranjero a ponerse un marcapasos, pero esa es otra historia.

  2. Es descentralizado. Cada región administrativa italiana es la responsable del mantenimiento y funcionamiento de la red hospitalaria en cada región. Eso no significa que el gobierno central no tenga vela en ese entierro, pero son las regiones quienes deciden como se administran los recursos, vengan del gobierno nacional o del local. Esto trae como consecuencia que la calidad varíe de región en región, aunque en general, la calidad es bastante homogénea.

  3. Excelente infraestructura. Esta afirmación es particularmente limitada a mi caso, y es que la habitación de hospital en la que fui recluido, a pesar de ser compartida, parecía de una clínica privada venezolana. Igualita, con la única diferencia que no tuve que pagar medio.

Por supuesto, hubieron detalles que no fueron de nuestro agrado (mío y de mi mujer), como la limitación de las horas de visita (una hora, tanto en la mañana como en la tarde), la antipatía de los médicos, el que no quisieran que mi esposa estuviese presente cuando estaba siendo auscultado (es mi esposa y tiene derecho a estar ahí, ¡coño!). Afortunadamente las enfermeras fueron muy amables, en especial aquellas de origen latinoamericano.

Por otro lado, no todo es color de rosa, porque al hablar con otros pacientes me enteré que algunos de ellos tuvieron que esperar varias semanas antes de ser admitidos en el hospital para ser tratados. Retrasos y errores están a la orden del día, aunque estos últimos son poco frecuentes. En fin, quedé muy satisfecho de como fui tratado, del sitio en donde estuve y me recuperación fue total.

Retornando al punto en el que enmarco esta historia: si realmente el gobierno venezolano desea acabar con la salud privada la mejor forma es mejorando la salud pública, no expropiando clínicas. Ése es el camino fácil que no producirá ningún resultado satisfactorio. El difícil, el que dará verdaderos resultados consiste en mejorar notablemente nuestros hospitales y ambulatorios, manteniéndolos equipados y en buenas condiciones, así como mejorar el pago de médicos y enfermeras que trabajan en éstos, porque es triste ver como hay médicos que tienen que tener hasta tres trabajos para cuadrarse la arepa (ese es el caso de mi cuñada). Además, la descentralización de los servicio hospitalario produjo mejoras en varios sitios en Venezuela (el Hospital "Los Samanes" en Maracay me viene como ejemplo exitoso, aunque no sé como está actualmente).

Concluyo dejando una serie de enlaces relacionados con el tema. Son noticias y reportajes de "El Universal" que hablan sobre el tema, y sobre los peligros que hay en esta reforma de la sanidad venezolana: 1, 2 y 3 (fuente: "The Devil's Excrement")


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4 comentarios:

  1. lamento mucho lo de tu hospitalizacion..., menos mal que ya saliste de eso, y sè muy bien lo del polen..., por mi casa no se puede ni caminar....
    Comentando un poco sobre los "pelones" del sistema sanitario italiano: puedes creer que fui a pedir una visita urologica para mi el sabado pasado al hospital san rafael (en cascina gobba, milan), y la cita mas proxima me la dieron para el 16 OCTUBREEEE??????
    cosas de nuestro insolito universo!
    saludos!

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  2. también lo siento! y qué bueno que la calidad de la atención de salud en Italia no sea tan mala como se piensa en otros países! qué bien!

    Un fuerte abrazo y cuídate!

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  3. Menos mal que todo no pasó de ser un caso "leve" de alergia.

    En España también la queja sobre los hospitales públicos es el tiempo de espera (para consultas, operaciones) que generalmente es demasiado, los enfermos se mueren esperando esa cita.

    Saludos y salud!

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  4. Me alegra leer que ya est´´as bien.
    Tambi´´en sufro de rinitis alérgica y es una molestia.
    El asma la dejé en mi infancia, afortunadamente solo fueron casos controlables y no la he vuelto a padecer de adulta.

    Saludos.

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