La semana anterior, mi esposa y yo hicimos un viaje a Eslovenia porque deseábamos pasar unas vacaciones desestresantes. La idea, originalmente, era la de buscar unas termas para relajarnos dbido a la buena experiencia que tuvimos el año pasado con unos baños árabes cuando fuimos a Andalucía. El problema estuvo en que hacer eso acá en Italia, y especialmente en la semana del 15 de agosto, también llamada ferragosto, es excesivamente caro. La idea de ir a Eslovenia me vino cuando vi un comercial en televisión promocionándolas, buscando en internet, di con la página de la
Oficina de Turismo de Eslovenia, y de ahí a la página de la
Asociación de Spas Eslovenos, en donde hacen referencia a diversos pueblos y ciudades con fuentes termales, junto con información de hoteles en sus respectivas zonas. Viendo los precios y las ofertas, decidimos ir a Laško (se pronuncia
Lashco), que es un pueblo ubicado al oriente del país.
Luego de hacer la reserva, y comprar los pasajes de tren, nos tiramos a la aventura.
Cruzando la frontera.Aunque Eslovenia pertenece a la Unión Europea, y que el año próximo pasará al euro, nos hicieron los respectivos controles en el tren. Y aquí empezó el peo... porque resulta que los guardias de la frontera nos querían devolver diciendo que necesitábamos visa para poder entrar al país. Yo les dije que había llamado al Consulado Esloveno en Trieste, y que había consultado la página web del
Ministerio Esloveno de Relaciones Exteriores, y ambos me dijeron que no había peo para entrar
. ¿Su respuesta a eso?, pues que estaban equivocados en el Consulado y que por favor nos bajáramos. Mentando madre y con arrechera, lo hicimos.
Al rato, cuando ya tristes y desamparados comenzábamos a caminar hacia el andén bajo lalluvia, llegó el compañero del guardia informándonos que el jefe decía que no ahbía problema, que podíamos entrar sin rollos. Nosotros, con una sonrisa de oreja a oreja, nos metemos en el tren, buscamos nuestro compartimiento y nos quedamos ahí. El guardia no nosquería dejar subir de todas formas, pero el compañero le dijo, al menos así piensa mi esposa, que nos dejara tranquilo y que subiéramos. Más aliviados, seguimos al viaje hasta nuestra próxima escala, Zidani Most.
En Laško.El tren en el que íbamos nos dejaba en Zidani Most, un pueblo cuya única función (por lo que vimos) era la de ser escala para los trenes que iban o venían del Este del país o del extranjero. Ahí compramos los tickets que nos llevarían a nuestro objetivo final, Laško.
Entre las cosas que vimos durante el viaje, hubo una que me llamó mucho la atención: las estaciones de trenes con cierto grado de importancia, presentaban a modo de decorado viejas locomotoras a vapor tal como la que se ve a continuación. Ignoro el por qué, pero me pareció bastante curioso.
Llegados a nuestro destino después de casi 6 horas de viaje: salimos a las 9:00 AM desde Venecia, y llegamos al sitio como a las 4:00 PM. Cansados, y con ganas de meternos en la piscina, nos empujamos al hotel. Afortunadamente, éste se localiza a 300 m de la estación de trenes, desafortunadamente no sabíamos en que dirección. Luego de preguntar en la oficina de turismo y casi perdernos, localizamos el sitio. El hotel es un establecimiento bastante cómodo, 4 estrellas, con una linda vista al río (el pueblo está en un valle) y con muy modernas instalaciones. ¿El precio?, unos €540 por 5 días para dos personas en habitación doble, e incluía desayuno, cena, entrada al sauna, un masaje sueco p/p, y un alquiler de bicicleta por 3 horas p/p. Nada mal, ¿verdad?, su sitio web es
este, y las reservaciones pueden ser hechas on-line. No pongo fotos del hotel porque las que aparecen en la página web son fidedignas.
En cuanto a nuestra interacción con la cultura local, podrán imaginar que no fue mucha porque estábamos más interesados en relajarnos que en conocer el sitio y sus costumbres, aunque no por eso dejamos de visitar el pueblo, así como le dedicamos un día a conocer la capital del país, Ljubjana (se pronuncia
Lubiana). Del primero, a pesar de ser extremadamente pequeño cabe destacar la iglesia que siendo pequeñita era muy bonita. También notamos la presencia de varios monumentos dedicados a la Virgen, tanto en el pueblo como en Ljubjana. Las fotos las pueden ver en mi albúm de
Flickr.
Otra anécdota tragicómica nos sucedió en el sauna del hotel: el primer día, después de remojarnos en la piscina decidimos usarlo. Buscamos las toallas y las batas provistas por el hotel y nos empujamos al sitio. Lo primero que veo al entrar a los vestuarios de las instalaciones es una muchacha cubierta únicamente por una toalla que se dirige rápidamente a la entrada del sauna, lo cual fue un poco impactante, y me hizo fruncir el seño. Cuando comenzamos a entrar a las instalaciones propiamente dichas, veo en las duchas una señora completamente desnuda. Abrir los ojos desmesuradamente (lo cual para mí es casi un milagro porque tengo los ojos achinados), quedar boquiabierto, escandalizarme, echar para atrás sorprendido y salir del sitio, fueron reacciones que sólo tomaron décimas de segundo pero que parecieron eternas. Afuera, le digo a mi esposa que heche un ojo, no sea que me haya metido en el lado de las mujeres. Error, mi esposa luego de entrar a explorar valientemente observa que también hay tipos en pelotas, y que la gente está de lo más tranquila. Aún en estado de shock, nos cambiamos y cubrimos con las toallas, entrando en uno de los saunas, específicamente en uno del tipo turco, es decir, un baño de vapor. Ahí ocurrió el segundo shock, viendo a toda la gente en pelotas y tan tranquila, no nos quedó otra si no imitarlos y quedar vestidos en trajes de Adán y Eva, respectivamente.
Haciendo el cuento corto, nunca había visto tanta gente en pelotas junta en un sitio que no fuese un película porno. Mi esposa sostiene que vió todos los miembros masculinos que ella nunca esperó ni quiso ver en vida suya. Realmente fue algo impactante. Por supuesto, nos adaptamos. A esto contribuyó la presencia de familias completas (hijos menores incluídos), y el antiparabolismo general del resto de la gente. Verdaderamente, los eslovenos son bastante estoicos. Pero lo más arrecho fue ver después un cartel enorme al entrada de la sección de los saunas de un cartel que decía expresamente "Prohíbido entrar con trajes de baños". Shock total.
Una vez adaptados al entorno, nos divertíamos viéndole la cara a la gente que era primeriza en esas lides: el shock, el pudor destruído y la cara de resignación al aceptar que debían estar sin ropas. Por lo pronto, me queda decir que las eslovenas tienen cuerpos como sacados de una pintura de Boticelli pero más delgadas, y que mientras mayores eran las personas, hombres y mujeres, menos pudorosos eran: a partir de cierta edad, la gente cargaba las toallas sobre los hombres o sobre el brazo al estilo mesonero...
En un próximo post hablaré del viaje que hicimos a Ljubjana y de nuestro regreso.
Tips Eslovenos.- No necesitamos visas para viajar a Eslovenia, pero por si acaso, recomiendo llevar impresas la información que aparece en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores Esloveno que reguarda eso, tanto en inglés como en esloveno.
- El esloveno es la lengua del país, aunque en los sitios turísticos por lo general entienden el inglés, y en menor grado el alemán, el italiano y el croata, sobre todo en las zonas fronterizas con esos países.
- Los trenes son bastante eficientes, y por lo general cumplen con los horarios. Tienen conexiones con Italia, Hungría, Croacia, Austria y Alemania.
- La moneda oficial es el tólar, y el cambio con el euro está fijado en aproximadamente 240 tólares por euro.
- El país es pequeño y poco poblado, lo que lo hace rico en zonas verdes y boscosas.
- Como dato curioso, casi todas las construcciones nos parecieron nuevas al igual que la mayor parte de los carros en circulación. Pareciera que hay un boom en la construcción, debido a la gran cantidad de casas que vimos siendo construidas o remodeladas. No vimos pobreza.
- La televisión eslovena tienda a transmitir los programas subtitulados, incluyendo series americanas y telenovelas mexicanas y brasileñas.
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