lunes, julio 10, 2006

De Milán a Tirrenia.

Como comenté en un post anterior, estuve en haciendo un curso en Tirrenia, provincia de Pisa, la semana pasada. Dicho curso fue sobre "Metal Clusters and Surfaces" ("Cúmulos Metálicos y Superficies"). Básicamente se habló sobre diversas métodos, tanto teóricos como prácticos, que tratan de establecer como se forman estos cúmulos metálicos en superficies, también metálicas, con la idea de observar sus propiedades y establecer que cosa se puede hacer con éstos. Lo interesante del asunto es que muchos de los estudiantes con los que compartí no veían aplicaciones comerciales a muchas de estas técnicas, aunque a mi me pareció que tienen un futuro enorme en el campo del diseño de catalizadores, así como cualquier otra aplicación que dependa de la morfología de una superficie.

Lo más interesante fue que muchas de las cosas que vi podían ser aplicadas a mi trabajo de tesis, o al menos me permitían aclarar dudas que tenía sobre los cálculos que estoy haciendo (despejando mi reticencia hacia los métodos de Mecánica y Dinámica Molecular). Por otra parte me permitió echar un ojo al mundo de los físicos que trabajan con superficies, y darme cuenta que simplemente estoy fuera de su liga: una vez superados los tópicos de base, y metiéndose en argumentos más complicados, simplemente me encontraba perdido, en una dimensión entendida por sólo aquellos con profundos conocimientos físicos. Al menos me di cuenta de no ser el único que sintió haber estado en otra dimensión mientras los expositores hablaban.

En cuanto a la localidad, debido a lo pesado del horario de las lecciones (de 9:00 AM a 6:30 PM), poco tiempo quedaba para ir a la playa, ir a Pisa o simplemente darse un chapuzón en la piscina. Realmente fue una semana pesada en un lindo ambiente. Por otro lado, me sorprendió ver que muchos de los enseñantes sólo venían a dar la conferencia a la que fueron invitados y luego se iban. Es más, algunos se dedicaron única y exclusivamente a disfrutar del sol hasta poco antes del día que les tocaba hablar (¡qué vida tan dura!).

Ya con esta, me queda sólo el curso en Ischia, a donde parto el jueves.

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