martes, junio 06, 2006

Derechito pa'l infierno.

Hoy he decidido conmemorar el día de la Bestia (06/06/06, o simplemente 666) escribiendo las distintas razones por las que creo iré directo al infierno, sin pasar por GO ni cobrar los 200. Nada de tests balurdos ni nada por el estilo, sino que simplemente chequeando un pelo mis pecados así como mi conducta diaria, y comparándola con algunos de los principios que las religiones que conozco imponen a sus fieles, he llegado a la conclusión que nada me salva de tener mi lugarcito entre los condenados. Es más, creo que no hay religión, por pequeña o absurda que sea, cuyos principios no he pisado, despreciado, burlado o irrespetado, sea por ignorancia o a propósito, es decir, he pecado de "palabra, obra y/u omisión" (por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa).

Pero volviendo a mi conducta pecaminosa, he hecho un pequeño "checklist" de cosas que me mandarán al infierno:

  • Comer cerdo: condenado por el Judaísmo y el Islam.
  • Vivir en pecado: mi esposa y yo estamos casados sólo ante la autoridad civil, ergo, condenado por la Iglesia Católica.
  • Uso de anticonceptivos: directo al infierno, gracias a la ayuda de la Iglesia Católica.
  • Beber alcohol, o haber bebido, hasta embriagarme: pecado mortal en el Islam, y el embriagarme está condenado por la Iglesia Católica.
  • Leer, ver, y/o usar material pornográfico: escoja la religión que me condene.
  • Ser un cobarde (soy alérgico al plomo, sobre todo en forma de bala): según los ritos de las antiguas religiones germánicas, y en especial la vikinga, aquellos que no mueren en combate van a al infierno del frío eterno.
  • Comer carne: condenado a reencarnar n cantidad de veces, gracias al hinduismo.
  • Ser flojo y goloso: condenado por cualquier religión de inspiración cristiano-protestante, o donde el trabajo sea.
  • Descargar música y películas de internet: cierto que ninguna religión condena eso expresamente, a menos que las compañías disqueras y de películas puedan considerarse como una religión organizada en torno a dios Dinero, pero como éstas quieren hacer ver que eso es robo, beh, he robado, cuestión que me pone un pesito más en el aparte que me condena a los infiernos.
Como se puede ver, hay diversas cosillas que me ayudan a no aparecer en el libro de los santos. Cierto que aún no he matado a nadie, ni he sometido a tortura a alguna persona, ni he hecho promesas electorales, así como no estoy afiliado a ningún partido político, pero uno nunca sabe, a lo mejor por estar hablando pendejadas, me toca mi puestecito en el libro de los mártires.

Pero bueno, dicen que todas las religiones tienen algo en común: las ganas de matar a todos los herejes y no creyentes el amor hacia el prójimo, y si Dios es amor, que condena a podrirse en el infierno a los ateos, paganos y herejes, entonces, no debería preocuparme por el infierno, ¿o sí?


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2 comentarios:

  1. Ya somos dos... yo tambien estare alli, y no creo que seamos los unicos....

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  2. no vale! somos tres porque yo pegué todas las de k-2.

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