Ya comienza diciembre, y en Venezuela diciembre significa una cosa: hallacas. En mi opinión no hay un plato mejor que la hallaca, en todas sus versiones, formas y colores; la única hallaca mala es aquella que no se ha comido . Como podrán adivinar, yo soy un gran comedor de hallacas, y afortunadamente a mi esposita le encanta cocinar hallacas, así que ha medida que se acercaba diciembre dudas y dudas nos atenazaban: ¿comeremos hallacas?, ¿cómo las hacemos?, ¿conseguiremos los ingredientes?, ¿saldrá caro?, ¿saldrán buenas?, etc etc etc. Después de pensar un poco, decidimos hacerlas. Para eso usamos la receta de la familia de Gabi(mi esposa), ya que ella es la que cocina, yo sólo soy el ayudante. Receta en mano, decidimos empezar a checar los ingredientes y ver si teníamos equivalentes, la cosa es así:
- Harina de maíz precocida y onoto, comprados en una tienda de productos exóticos.
- Carne de res .
- Costillitas de cerdo .
- Tocino , en este apartado, como dicen en italiano, sólo teníamos l'imbarazzo della scelta, así que escogimos tocino con pimienta (muy bueno)
- Pechuga de pollo .
- Aceitunas sin hueso, pasas, alcaparras y aceite.
- Comino, pimienta, sal (al gusto), pimentón, cebolla, etc.
- Pabilo para amarrar y hojas de plátano para envolver , "eeh, ¿hojas de plátano?, ¿dónde conseguimos hojas de plátano en Milán?" - dijo mi esposa. Preguntamos a la sra salvadoreña a la que le compramos la harina de maíz. "Mija, en la calle de atrás hay un negocio de filipinos donde las venden, y les llegan todos los viernes" - dijo. Encontrada la tienda, compramos las hojas .
Con el entusiasmo que teníamos al poder hacer las hallacas, no sacamos cuentas de inmediato, sólo nos dimos cuentas que las hallacas estaban un poco globalizadas: hojas tailandesas, harina venezolana, onoto peruano, ingredientes italianos y mano de obra venezolana. Una vez con todo eso, pues ¡manos a la obra!. Al otro día (domingo) comenzamos desde las 8:30 AM a hacer los preparativos: hacer el guiso, amasar la harina, limpiar las hojas, poner la masa y el guiso en las hojas, amarrarlas, "Papi, tú sabes amarrar hallacas, ¿verdad?" "¿yo?, ¿no eras tú la que sabía?","¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!!, ¡sí yo no sé!", "¡ay, coño!". Este diálogo entre mi esposa y yo (me llama papi)(sí, yo la llamo mami)(sí, un poco edípico) ocurrió el día anterior cuando teníamos todos los ingredientes comprados, mi esposa decidió hacer de tripas corazón y tratar de amarrarlas ellas misma. En general, tuvo éxito (demos gracias al señor).
Lo cómico del asunto fue cuando nuestros vecinos se levantaron y nos vieron cocinando y cocinando y cocinando. La primera cosa, después de que nos preguntaran que cocinábamos, era explicarles el proceso y luego hacerles provar el guiso. Por supuesto, sin su valiosa asistencia (nos prestaron dos indispensables ollas), la hechura de nuestras hallaquitas habría sido un fracaso. Afortunadamente, nos dejaron la cocina libre todo el tiempo necesario para que hiciéramos nuestro plato (unas 10 horas), admirándonos por el trabajón que estábamos haciendo (y creyendo que hacíamos alguna espececie de rito masoquista), y muy contentos de probar el guiso. Gracias a eso descubrimos que hay un plato catalán que es similar al guiso de nuestras hallacas (sólo que el nuestro es mejor sin duda alguna), y que sinceramente ese es un trabajón para hacer una comida.
Bueno, luego de terminar a eso de las 10:00 PM del domingo, cuando sacamos la última olla de hallacas, contamos: salieron 20 hallacas, 13 bollos y sobró una buena cantidad de guiso. Sacando cuentas tenemos que:
- 1½ Kg de hojas costó €12.50
- 1 Kg de harina de maíz €2.90
- ½ Kg de carne de res €9.98
- ½ Kg de cerdo €3.69
- ¼ Kg de tocino con pimienta €3.40
- Hilo de amarrar (de lino porque no había otro) €2.5
- Vegetales, aliños en general y otros: €8
Total: €42.97. Más o menos €2.15 por hallaca (sin incluir bollos y sobras)
Pues, no está mal, unos Bs.7000 por hallaca, y de paso sin tener que cocinar por unos días, good! . Y haciendo un poco de filosofía, mi esposa y yo llegamos a la conclusión que definitivamente las hallacas son ideales para el invierno: pesadas, nutritivas y sabrosas. Ahora bien, es un poco extraño que se hagan en el trópico, ¿no?.
K-2
PD: Y recuerden no dejar de votar para candidatear a Huguito I para el premio Nóbel de la Paz, sí, a nuestro "amado" presidente la gente del ministerio de información lo quiere candidatear por su gran trabajo en apoyo a la paz mundial, ¿qué tal?. Cual premio Kadafi a los derechos humanos.
Dios y yo con hambre, ¿no es un plato muy fuerte?
ResponderBorrarlavecinita
Mira, sí vecinita, es bastante pesado. De hecho, mis amigos italianos se sorprendieron por lo pesada que es, y hemos llegado a la conclusión que es un excelente plato invernal para ser típico de un pais tropical ^_^
ResponderBorrarPana, que bueno el cuento. Hasta me dió hambre :-)
ResponderBorrarHola! Soy una Venezolana residenciada en Uruguay desde hace un año. Encontre tu weblog en una busqueda desesperada de algunos tips para hacer hallacas en este paisito, pues así como les pasó a ustedes, parece que me las tengo que ingeniar con una par de inconvenientes... a ver si me pueden ayudar. Para hacer el guiso no tengo ningun problema, aca encuentro de las mejores carnes y demas vegetalillos; así que mi primera incognita es esta:
ResponderBorrar1.-¿Como hago la masa si aca no encuentro nuestra facilisima Harina P.A.N.? Bueno, tendre que optar por la receta antigua y pilar el maiz, no? :)¿tienen idea de cual es el proceso luego de tener los jojotos?
2.- Bien, me recorrere los campos Montevideanos en la busqueda de una mata 'e cambur a la cual pedirle me beneficie con la bondad de sus hojitas, pero luego de eso.. ¿Que preparación hay que darles antes de usarlas? ¿Ahumarlas? ¿Cocinarlas? .. che, ¿me puedes ayudar? :) Gracias y que disfruten de esas hallacas por allá en Milán!
(gami@montevideo.com.uy)