jueves, agosto 23, 2007

Lecturas de Verano: Harry Potter y las Reliquias Mortales.

El 21 de julio pasado salió la novela que concluye la saga de "Harry Potter", por supuesto, yo lo compré. Lamentablemente decidí comprarlo en Amazon, lo que hizo que este llegara a la casa con una semana de diferencia pero con un ahorro de unos €4.00 con respecto al precio en el que se conseguía en las librerías de Milán. Lo peor es que debí esperar a que mi esposa terminara de leerlo, dado que la gran fanática es ella, no yo. He de decir que realmente disfruté del libro, aunque algunas veces su lectura fue un poco pesada, y la forma en la que la Rowling aclara las distintas dudas que aparecen a lo largo de la serie no me fueron del todo satisfactorias, pero que se le va a hacer, es su personaje, ella puede hacer y deshacer con él como quiera.

Hay un par de cosas que me gustaría comentar en relación al libro, y no son precisamente opiniones con respecto a la trama o especulaciones del tipo "¿qué hubiera pasado si...?", lo primero lo dejo a los "spoilers", mientras que lo segundo se lo dejo a los "fanboys/girls" que pululan en Internet. El punto de este post es hablar un poco sobre la reacción del público hacia este libro, dividida entre el desprecio y el fanatismo más exacerbados, con poco espacio para la indiferencia, cosa que no se ve todos los días. Empecemos con los fanáticos, que son más fáciles de criticar, para luego pasar a los aguafiestas.

Fanáticos.

Una de las cosas que caracteriza al fanático, o fanboy/girl (para utilizar el término en inglés), de este siglo XXI es su capacidad de esperar en una cola por días esperando el motivo de su fanatismo, como los tipos que se quedaron esperando por días esperando el estreno de los nuevos episodios de la "Guerra de las Galaxias" o las películas de "El Señor de los Anillos" (muchachos, las entradas se podían conseguir por Internet); o aquellos que se mataban para entrar a las tiendas electrónicas para poder comprar alguna consola, como el X-Box 360, la Playstation 3 o el Nintendo Wii (muchachos, podían reservarlas con un mes de antelación, comprarlas por Internet o esperar que llegaran más a las tiendas). Los fans de Harry Potter no podían ser menos, por lo que diversas librerías a lo largo y ancho del mundo organizaron eventos especiales para tan magna fecha: aperturas a medianoche, gente que iba disfrazada a leer el libro, niños y adultos compartiendo para poder leer un libro. Y esto último, en mi opinión, le daba en un toque especial: todo este caos era debido a un libro. Pero aun así, no entiendo por qué había gente que no podía esperar hasta que abrieran las librerías en su horario regular. Este tipo de comportamiento obsesivo-compulsivo, sinceramente, no puedo entenderlo.

Pero mi falta de entendimiento respecto al por qué de este comportamiento, no quiere decir que no lo respete, a fin de cuentas, es gente común y corriente como uno que se está divirtiendo de una manera poco convencional. En pocas palabras, se están tripeando su vaina sin molestar a nadie. Lamentablemente hay gente que no lo ve así y prefiere arruinarle la vida a estos fanáticos, éstos son los llamados spoilers, aguafiestas que encuentran una especie de satisfacción morbosa en arruinarles la nota a estos fanáticos por el simple hecho que no entienden que le ven al libro del maguito ese.

Aguafiestas.

Estas personas son los tipos que se dedicaron a publicar de manera poco sutil la trama del libro, así como revelar su final y las cosas que sucedían dentro de éste, con la intención de molestar a la gente. Son esos los que llaman al libro "basura comercial", y que sugieren que su éxito se debe únicamente a la calidad del departamento de mercadeo de su casa editorial. Quien piensa así, peca de ignorancia: los primeros volúmenes de la saga salieron sin mayor publicidad, editados por Bloomsbury, una pequeña y oscura casa editorial inglesa que no disponía, en ese momento, de los medios para promover una campaña comercial de grandes magnitudes. El gran agente de mercadeo de los libros de Harry Potter fue el boca a boca: el pequeño Timmy vio el libro y le pidió a sus padres que se lo compraron; luego le comentó a sus amiguitos, Amy y Jhonny, lo bueno que era, y éstos le pidieron a sus padres que lo compraran. Y así, boca a boca, el libro se convirtió en un éxito, siendo traducido en todo el mundo. Para cuando Harry Potter se transforma en el fenómeno comercial que es ahora, con películas y demás, ya estaban publicados los primeros cuatro libros de la saga. Ahora bien, los críticos amargados resaltan sus debilidades argumentales, señalan que su universo es un tanto distópico y oscuro, y contiene de manera velada ciertos prejuicios, no significa que el libro no tenga méritos o que su lectura es desaconsejable, simplemente significa que no es perfecto.

Pero retornemos a los aguafiestas, para mí éstos son aun más enigmáticos que los fanáticos: ¿qué placer puede haber en arruinarle la lectura a alguien?. No entiendo aquellos que tienen un mórbido placer en decirles a la gente como termina el libro, o a decirles que son víctimas de la comercialización de la lectura y que esos libros no aguantarán la prueba del tiempo, etc., etc., etc. Parecen no soportar que alguien disfrute leyendo esos libros. Creo que son los mismos que viven sólo para hablar mal de los libros de Dan Brown.

Por cierto, entre aquellos que parecen detestar esta serie de libros hay una especie bastante extraño y que recuerdo haber leído en algún blog de noticias, en el que un comentarista a la noticia de la salida del libro decía algo así: "como es posible que se preocupen por ese tipo de cosas, cuando hay niños muriendo en las calles". Supongo que la persona que escribió eso es alguien que no come, ni bebe, ni sale porque hay niños con hambre en las calles y hay pobreza por doquier en Venezuela. De hecho, escupe hacia arriba al hacer un comentario del género: alguien tan preocupado por el bienestar de la humanidad no debe preocuparse tanto si tiene tiempo para halarle las orejas a quienes está pendiente de semejantes frivolidades. Al fin y al cabo, ¿de qué otra forma podría haberse enterado si no se dedicaba constantemente a velar por los pobres niños hambrientos?.

El Libro.

Luego de haber criticado los dos extremos de quien compra y lee estos libros, no me queda sino agregar algunas criticas a este libro:
  • En este libro, Ron es particularmente insufrible.
  • Hermione no sólo es la nerd/geek residente, de paso posee una madurez y capacidad de reacción superior a sus años.
  • Neville se la come en este libro.
  • Las muertes de los personajes son excesivamente dramáticas.
  • Voldemort es puro ego como villano.
  • La tensión romántica del libro es mal llevada en algunos momentos por la Rowling.
  • El obituario de Dumbledore es demasiado lacrimoso, y la entrevista de la Skeeter demasiado amarillista.
Tengo otras criticas, pero si Ud. amig@ mío, le han gustado los otros libros de la saga, no pierda su tiempo, cómprelo y disfrutelo, no es el mejor de la serie, pero es bastante agradable.

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martes, agosto 21, 2007

Regresando de vacaciones.

Pues sí, me estoy reincorporando a mis labores cotidianas, luego de haber tenido dos semanas de vacaciones, de las cuales una las pasé con mi esposa en la playa, mientras la otra la dedicamos a estar echados en nuestra casa. Ya con las pilas puestas y sin ánimos de regresar, henos aquí en la universidad finiquitando varios detalles para la tesis, ya que se acerca cada vez más el fatídico día en el que tendré que entregarla (no porque no quiera, sino porque simplemente me asusta).

En fin..., este verano no hicimos unas vacaciones culturales, sino de playa. Fuimos a la Puglia (Apulia en español), región que corresponde al tacón de la bota italiana. ¿Por qué ir hasta allá?, pues en primer lugar porque era más barato que otras playas. El único detalle fue el tener que recorrer 1200 km para llegar al pueblo donde nos quedamos, Torre San Giovanni, ubicado casi en la punta del tacón de la bota. Debido a esta distancia tan larga, hicimos una parada en la ciudad costera de Pescara, justo a mitad de camino, en donde los empleados del hotel donde nos quedamos a pasar la noche al ver nuestros pasaportes venezolanos nos dijeron que en las cercanías había un "pub venezolano".

Siguiendo sus indicaciones, llegamos al lugar y descubrimos que el sitio más que un pub era una taguara dedicada a la venta de comida rápida venezolana, tales como arepas, empanadas, cachapas, y hamburguesas venezuelan style: con papitas fritas, tomate, lechuga, mucha salsa, cebolla, queso y huevo frito; así como perros calientes y otras variedades de hamburguesa venezolana. El propio sitio inspirado en una de las calles del hambre que se encuentran en nuestra geografía. El sitio, atendido por sus propios dueños, goza de bastante popularidad entre turistas, locales e inmigrantes venezolanos. Ante nuestra sorpresa, el dueño nos comentó que el Abruzzo es una región en donde hay una gran colonia venezolana, lo que nos confirmó uno de los comensales del sitio: al parecer muchos han decidido regresar a la tierra de sus padres/abuelos a probar suerte, dada la situación económica de Venezuela en la actualidad. Repletos de comida que teníamos tiempo sin probar (nos da flojera hacer empanadas), descansamos esa noche y finalizamos nuestro recorrido.

En el tacón de la bota...

Una vez que partimos hacia al sur, no tuvimos mayores problemas, salvo una cola más o menos grande a la altura de Bari, para luego pasar al árido paisaje pugliese, en donde sólo observamos plantaciones de olivos, trigo y vid. De hecho, la región donde fuimos (la península salentina) tiene como productos típicos el aceite, la pasta y un vino particularmente fuerte. Afortunadamente, nuestra estadía tuvo como única novedad interesante el hecho de que hacía mucho tiempo y que las playas eran particularmente bellas: de arenas blancas y aguas transparentes. Por supuesto, no nos limitamos sólo a bañarnos en la playa y tomar el sol, fuimos a Santa María de Leuca, el punto más al sur de la Italia Oriental, así como Lecce, una ciudad bastante bonita y tranquila. Por supuesto hay fotos de todo eso, sólo tienen que darle un ojo a mi página en Flickr, en donde podrán verlas. A continuación dejo dos de éstas.

Así que bueno, oficialmente, he regresado a trabajar.

Paisaje Pugliese.
Paisaje Pugliese


Playa en Torre San Giovanni.
Torre San Giovanni.

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